Solo 3.4 de cada 5 personas LGBTQ+ dicen recibir un trato digno en su lugar de trabajo, dato que revela una brecha profunda entre el discurso inclusivo y la experiencia real, forma parte del reporte Factor Wellbeing 2024, elaborado por el Instituto del Propósito y Bienestar Integral (IPBI) de Tecmilenio, con datos de más de 20 mil colaboradores en México.
A pesar de que muchas empresas han avanzado en la creación de políticas de bienestar e inclusión, la realidad para quienes pertenecen a grupos históricamente vulnerados, como la comunidad LGBTQ+ y las personas con discapacidad, sigue siendo desigual. El estudio muestra que estos colaboradores reportan los niveles más bajos de bienestar y equidad en prácticamente todas las áreas evaluadas.
Incluir no es lo mismo que hacer sentir que perteneces
Aunque 73% de las empresas encuestadas ya ofrece atención psicológica y formación en habilidades personales como mindfulness o resiliencia, y el 71% cuenta con principios claros de no discriminación, esto no se traduce automáticamente en una cultura de confianza o respeto.
Por ejemplo, al preguntar si su organización brinda igualdad de oportunidades, las personas LGBTQ+ califican con 3.1 puntos, frente a los 4.0 que otorgan personas heterosexuales. Y en la percepción de sentirse valoradas o seguras para expresarse tal como son, la brecha se vuelve aún más visible.
Más allá del logo arcoíris
“Los números son un llamado de atención. No basta con ondear la bandera del orgullo en junio”, afirma Rosalinda Ballesteros, directora del IPBI.
Señala que la confianza se construye con acciones visibles y coherentes, como garantizar representación LGBTQ+ en puestos de liderazgo, sancionar comentarios ofensivos y asegurar que los comités de diversidad tengan poder real de decisión.
Hoy, solo el 43% de las empresas cuenta con un grupo formal de representación para estos colectivos.
¿Qué pueden hacer las empresas?
El reporte plantea tres recomendaciones clave para avanzar hacia una inclusión auténtica:
- Capacitar de manera efectiva y continua: Entrenamientos que ayuden a identificar y reducir sesgos inconscientes en decisiones clave como contrataciones y promociones.
- Escuchar activamente y responder con acciones: Crear espacios seguros donde las voces LGBTQ+ puedan expresarse y cocrear políticas que respondan a sus realidades.
- Construir redes de apoyo reales y visibles: Comités de diversidad o Grupos de Recursos Empresariales (ERGs) que representen y empoderen a estos colectivos desde dentro.
Porque al final, lo que realmente importa no es lo que una empresa dice, sino cómo se sienten quienes trabajan en ella. Y mientras una persona LGBTQ+ tenga que ocultar quién es para no perder oportunidades o respeto, el camino hacia la verdadera inclusión sigue inconcluso.