El gobierno de Estados Unidos ha incrementado la recompensa por la captura de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, pasando de 20 a 25 millones de dólares.
Esta decisión se da en el mismo día en que Maduro asumió su tercer mandato como presidente de Venezuela el 10 de enero. La medida es parte de un conjunto de sanciones impuestas por Estados Unidos en rechazo al nuevo periodo presidencial de Maduro, quien no es reconocido por el gobierno estadounidense ni por la Unión Europea.
Además de Maduro, también se ha incluido al ministro de Interior, Diosdado Cabello, en la lista de personas con recompensas de captura. Las sanciones, que se implementarán conjuntamente con la Unión Europea, afectan a 15 personas consideradas responsables de ataques a la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho en Venezuela.
La Unión Europea ha señalado que sus sanciones no afectan a la población venezolana ni a la economía del país. Estas medidas podrían ser levantadas si se logran avances en derechos humanos, el Estado de Derecho y si se promueve un diálogo auténtico hacia una transición democrática. Por su parte, Estados Unidos acusa a Maduro de narcoterrorismo, alegando que apoya el tráfico de drogas hacia su territorio.
