La imposición de un arancel del 25% por parte del Gobierno de Estados Unidos preocupa a la industria automotriz de vehículos pesados en México. Rogelio Arzate, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), hizo un llamado a fortalecer el diálogo entre ambos países antes de tomar decisiones que afecten a la industria, el comercio y a los consumidores en ambos lados de la frontera.
“La relación comercial entre México y Estados Unidos en la industria automotriz de vehículos pesados ha crecido y se ha fortalecido durante décadas. Hoy nuestras cadenas de producción están completamente integradas, por lo que imponer aranceles afectaría no solo a los fabricantes, sino también a los transportistas, trabajadores y clientes finales en ambos países”, destacó Arzate.
Explicó que los componentes de los vehículos pesados cruzan la frontera varias veces antes de convertirse en un producto terminado, lo que significa que un arancel del 25% tendría un efecto en cadena, encareciendo costos, ralentizando la producción y generando trabas administrativas para el comercio exterior.
Arzate subrayó que la cooperación entre México y Estados Unidos ha permitido mantener estabilidad, inversión y empleo en la región. “Estos aranceles afectarían directamente a quienes transportan mercancías, suministros y equipos, impactando el costo y la eficiencia de muchas industrias”, advirtió.

Desde ANPACT, expresó su confianza en que las acciones encabezadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y el canciller Juan Ramón De la Fuente permitan retomar un diálogo constructivo con Estados Unidos para encontrar soluciones que mantengan la estabilidad del sector.
“La relación comercial entre ambos países debe basarse en el respeto y la cooperación. El T-MEC ha sido clave para la competitividad de la región y es fundamental mantenerlo como pilar del desarrollo económico”, concluyó Arzate.