En la antesala de 2026, el comercio exterior mexicano enfrenta un nuevo punto de inflexión. El Paquete Económico 2026 propone aplicar aranceles de hasta 50% a las importaciones provenientes de países con los que México no mantiene un tratado de libre comercio, entre ellos China.

La medida busca “fortalecer la competitividad de sectores estratégicos donde no existen acuerdos comerciales vigentes”. De aprobarse, abarcaría 1,427 fracciones arancelarias, que incluyen acero, textil, autopartes, químicos, calzado, plásticos y electrónicos.

En este contexto, Ilan Epelbaum, director general de Mail Boxes Etc, retoma el señalamiento de la ANIERM sobre el posible incremento de hasta 100% en los precios de algunos productos.

“A nivel operativo, contemplando el arancel más el IVA (16%) sobre el valor en aduana; el DTA del 0.8%, más el costo del flete, estamos hablando de un incremento considerable en el costo total de importación”, advierte.

El nuevo mapa logístico

Epelbaum apunta que el ajuste también modificaría los flujos físicos del comercio. Según la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de la SEMAR, el movimiento de contenedores en Manzanillo y Lázaro Cárdenas creció 11% en el tercer trimestre de 2025.

Con un incremento arancelario, se prevé una reconfiguración de rutas: mayor volumen por el Golfo de México (Altamira y Veracruz) para proveedores de Latinoamérica y Europa, mientras que el Pacífico concentraría mercancías asiáticas.

Para Epelbaum, hay tres regiones viables para sustituir proveedores sin impacto arancelario si se imponen las tarifas:

  • Sudeste asiático (Vietnam, Malasia, Tailandia): creciente participación en importaciones extrarregionales; competitividad en electrónica y textil.
  • Latinoamérica (Brasil, Chile, Colombia): acuerdos vigentes permiten trasladar producción sin penalización arancelaria ni ruptura de origen.

El especialista señala que será clave, ante una coyuntura arancelaria incierta, calcular costos reales bajo escenarios de 25% y 50%, y recalcular tiempos de entrega y costo de oportunidad usando las estadísticas portuarias oficiales de la SEMAR.

“El arancel es solo la primera línea del costo. El reto real será redibujar rutas, Incoterms y ventanas de inventario para que el cliente final no lo note. 2026 será el año de los planes B y C: dual sourcing en América, puertos alternos y consolidación inteligente para amortiguar el salto de costos”, afirma.

El anuncio de la SHCP marca el inicio de una nueva etapa para el comercio mexicano: una en la que los aranceles dejan de ser un dato técnico y se convierten en un factor de decisión operativa. Si México aplica el rango de hasta 50%, el reto será mantener el flujo de mercancías sin asfixiar la competitividad. Para operadores logísticos y Pymes, la clave será anticiparse desde ahora a una política que deja de ser posibilidad y comienza a ser estrategia de largo plazo.

novuuusnews.redaccion@gmail.com
Facebookhttps://www.facebook.com/novuusnews
Facebookhttps://www.facebook.com/novuusnews
5548606670
https://www.tiktok.com/@novusnewsmx